El Principito.
Antoine de Saint Exupéry.
1943.
Una historia para niños: Error. Una historia con grandes imágenes psicológicas llenas de significados ocultos que seguramente alguien con más experiencia que yo, ha podido analizar.
El personaje principal es único, qué puedo decir yo de esta gran obra, que no se haya dicho mil veces y mejor. Es una narración mágica, inverosímil y al mismo tiempo trágica y conmovedora, llena de matices que van de la realidad a la ficción como si de respirar se tratara.
Me conmovió porque me dolió la imagen de su soledad, me destruyó un poco verle tan aislado, tan inocente; de pronto le sentí como algunas veces me he encontrado: abrumada por tanta realidad, alterada por tanta verdad, volteando para encontrar un poco de consuelo en cualquier cosa, queriendo inventarme una vida diferente con seres sensibles. Eso fue lo que me transmitió el Principito. Aislado, creyendo que lo sabe todo y que tiene que viajar para sentirse completo; ese viaje es un viaje interno para mí, volar hacia dentro y ver quién eres, quienes te forman, qué partes de los demás has asimilado para tener un Yo, qué partes has olvidado u ocultado para sobrevivir.
Ahora el personaje favorito de cualquier egocéntrico es La Rosa, esa preciosa y cruel reina, llena de sensibilidad y de soledad también, con deseo de sentirse amada, insegura y triste, que intenta verse bella y ser única para no estar tan sola, o al menos para confundirse y creerse en compañía.
El libro es delicioso, supremo y una obra de arte de cualquier época.
Y aquí cabe señalar mi horror ante una noticia, donde afirmaban que habría pronto en la televisión una adaptación del libro, transformada en caricatura o ánime, donde el Principito es un dibujo animado con conocimientos en karate y artes marciales, que usa espadas y lásers para destruir a los enemigos, me parece una blasfemia; pero bueno, esa es mi opinión, creo que obras como esta no deben tocarse.
1 comentario:
Me sorprende mucho que quieran hacer eso con El Principito... o que lo hayan hecho ya D: cómo es la gente a veces!
Pero bueno, éste libro lo leí relativamente hace poco, en una noche que me desvelé XD. Para mí fue algo muy conmovedor verlo como un niño y darte cuenta que posiblemente son los niños quienes poseen más sabiduría que un hombre "maduro y juicioso", porque tal vez son ellos -los niños- o eran (dependiendo, claro está, porque ahora desde pequeños a algunos se les nota el interés por lo material *estúpido mundo*) quienes realmente veían lo importante de la vida, pues no muchas cosas merecen la importancia que les damos los adultos. Me parece que en esa ingenuidad radica la sabiduría, en la simpleza.
Un libro que deja mucho para reflexionar y permite adentrarse en uno mismo, descubrirse, encontrarse...
Me encantan las palabras de El Principito :3
Publicar un comentario