William P. Blatty
Editor: Emecé Editores, S.A.
Buenos Aires, Abril de 2972
Comentarios:
Aunque no suene creíble, pocos son los libros de terror que poseo y/o leo, salvo Lovecraft, el terror no forma parte de mi lectura diaria. Paseando por una calle encontré un cuarto viejo con libros literalmente aventados en mesas, el olor a páginas roídas me enajenó y entré. Encontré El Exorcista al lado de una enciclopedia universal y algo sobre los niños cristal.
La película es una cosa genial, aún después de tanto tiempo de su estreno, sigue causando escalofríos y más de una persona prefiere no verla; sin embargo y para no variar, el libro la supera inimaginablemente.
Las escenas dibujadas entre las letras borrosas son maravillosas, la imágen de Regan vomitando, respirando solamente es tétrica.
La historia detectivesca que se desarrolla detrás de la posesión es muy buena y complementa el relato de forma maravillosa, sin quitarle importancia. Los personajes son dibujados claramente pero sin aburrir al lector. Se cuenta su historia entre berridos y blasfemias.
Curiosamente, el libro está plagado de cigarro, parece un cartel enorme de publicidad tabaquera, sin embargo el personaje de Cris y Karras enmarcan un relato intenso, lastímero y al mismo tiempo lleno de ternura y nobleza.
Una buena historia, un libro lleno de símbolos y plegarias, de fe y de escepticismo.
No tengo qué dar detalles porque la historia es conocida ya por la mayoría de las personas, pero sí puedo recomendar que aún después de ver la película, lean el libro, pues supera totalmente la anterior.
(¡Amo los libros viejos con las hojas cayéndose!)
Aunque no suene creíble, pocos son los libros de terror que poseo y/o leo, salvo Lovecraft, el terror no forma parte de mi lectura diaria. Paseando por una calle encontré un cuarto viejo con libros literalmente aventados en mesas, el olor a páginas roídas me enajenó y entré. Encontré El Exorcista al lado de una enciclopedia universal y algo sobre los niños cristal.
La película es una cosa genial, aún después de tanto tiempo de su estreno, sigue causando escalofríos y más de una persona prefiere no verla; sin embargo y para no variar, el libro la supera inimaginablemente.
Las escenas dibujadas entre las letras borrosas son maravillosas, la imágen de Regan vomitando, respirando solamente es tétrica.
La historia detectivesca que se desarrolla detrás de la posesión es muy buena y complementa el relato de forma maravillosa, sin quitarle importancia. Los personajes son dibujados claramente pero sin aburrir al lector. Se cuenta su historia entre berridos y blasfemias.
Curiosamente, el libro está plagado de cigarro, parece un cartel enorme de publicidad tabaquera, sin embargo el personaje de Cris y Karras enmarcan un relato intenso, lastímero y al mismo tiempo lleno de ternura y nobleza.
Una buena historia, un libro lleno de símbolos y plegarias, de fe y de escepticismo.
No tengo qué dar detalles porque la historia es conocida ya por la mayoría de las personas, pero sí puedo recomendar que aún después de ver la película, lean el libro, pues supera totalmente la anterior.
(¡Amo los libros viejos con las hojas cayéndose!)