Bram Stoker
Traducción: Diana Gibson
Diseño de cubierta: Juan Manuel Domínguez
Clásicos de la Literatura
Edimat Libros
Madrid
ISBN: 84-9764-551-0
Comentarios:
Bien, dado que he catalogado Drácula como mi libro favorito, el iniciador de mi transformación, de mi personalidad y de mi escritura, me tomé a la tarea de leer pausadamente, deleitándome con cada párrafo, con cada palabra -aún siendo una traducción- y con la redacción, historia y personajes.
Los personajes son maravillosos con características propias y una voz individual que me enloquece; como autor es difícil interpretar los diálogos y pensamientos de cada uno de ellos sin que se descubra al escritor. En este caso son cinco voces diferentes que se escuchan, porque Quincey y Lord Godalming no se escuchan por sí mismos, salvo en algunos diálogos que también están maravillosamente logrados.
Los diarios de Mina y Lucy son completamente identificables, la narración aunque parecida y con sus semejanzas, no cae en lo trivial o aburrido, aún cuando narran situaciones que podrían serlo. La época está totalmente marcada en la redacción y la dirección del texto. La cultura está dibujada delicadamente, sin que se note que quieren explicarnos qué está sucediendo, simplemente se refleja.
A diferencia de los diarios de los hombres, como Harker, Seward y las últimas notas de Van Helsing, son más directas, sin tantas descripciones como las palabras de una mujer -basándonos en la historia-, sin embargo sus anotaciones en ciertas partes son delicadas y descriptivas, capaces de transportar al lector a acantilados y darle una estaca para bajar a las tumbas y destruir vampiras.
Puedo notar el rol de las figuras femeninas, delicadas, débiles, capaces de pensar pero no de actuar; sin embargo se juega con esas personalidades y conceptos sociales, y se les da un papel fundamental el las misiones que llevan a cabo, 'peligrosas' misiones en las que la mujer, en este caso Mina ha participado, haciéndola de medium, de secretaria y de oráculo; mostrando a través de ello que la fuerza radica tanto en el pensamiento y cuestiones místicas, espirituales como físicas. Tiene pequeños lapsus donde juega con la filosofía y las creencias de un pueblo dibujado precisamente en el libro.
La cuestión de las fechas en los diarios le da un toque 'realista' a la historia, a sabiendas que el tema son vampiros, no muertos que andan en el sendero de los vivos y juegan con las almas de los pobres mortales. Podemos llegar a odiar a Drácula y después compadecernos de él, sólo con las palabras de Mina, así mismo enamorarte de las discípulas del conde que yacen en sus ataúdes mientras el Profesor intenta matarlas. La fortaleza de Mina es enaltecida durante toda la obra, ubicándola en el papel de la 'madre', que provee y da fuerzas al grupo, los mantiene con alegría y siempre esperanza viva, aún cuando ella sufra.
La historia, los personajes, las locaciones y el tema es maravilloso; no importa si se basó en conjeturas absurdas para un pueblo -que aún lo odia por 'caricaturizar' a su héroe local: Vlad-, encontró a un personaje histórico real y le añadió algunos dones sobrenaturales, no necesitó mucho para convertirlo en villano, ya que es bien sabido que el Príncipe de Velaquia era cruel y sanguinario, todo con tal de proteger a su pueblo de los enemigos. Sus torturas y métodos de instigación han sido comentados y criticados, sin embargo en esa época, creo personalmente que pocas eran las posibilidades del diálogo como arma; entonces Bram lo encuentra, le da un poco de poder para convertirse en niebla y murciélago, le añade una pizca de bondad, habilidades infrahumanas y un pacto diabólico que lo obliga a beber sangre humana para sobrevivir -no dudo que Vlad bebiera sangre humana, pero no como método de supervivencia- y creo al personaje de terror más famoso de todos los tiempos: Drácula.
Gracias a Carlos por conseguirme el libro con el texto íntegro y permitirme ser la poseedora de tesoro tan maravilloso.
Un libro que se saborea lentamente y se digiere aún más lento. Las palabras, las expresiones y el aroma sigue y seguirá en mí por mucho tiempo.
Los diarios de Mina y Lucy son completamente identificables, la narración aunque parecida y con sus semejanzas, no cae en lo trivial o aburrido, aún cuando narran situaciones que podrían serlo. La época está totalmente marcada en la redacción y la dirección del texto. La cultura está dibujada delicadamente, sin que se note que quieren explicarnos qué está sucediendo, simplemente se refleja.
A diferencia de los diarios de los hombres, como Harker, Seward y las últimas notas de Van Helsing, son más directas, sin tantas descripciones como las palabras de una mujer -basándonos en la historia-, sin embargo sus anotaciones en ciertas partes son delicadas y descriptivas, capaces de transportar al lector a acantilados y darle una estaca para bajar a las tumbas y destruir vampiras.
Puedo notar el rol de las figuras femeninas, delicadas, débiles, capaces de pensar pero no de actuar; sin embargo se juega con esas personalidades y conceptos sociales, y se les da un papel fundamental el las misiones que llevan a cabo, 'peligrosas' misiones en las que la mujer, en este caso Mina ha participado, haciéndola de medium, de secretaria y de oráculo; mostrando a través de ello que la fuerza radica tanto en el pensamiento y cuestiones místicas, espirituales como físicas. Tiene pequeños lapsus donde juega con la filosofía y las creencias de un pueblo dibujado precisamente en el libro.
La cuestión de las fechas en los diarios le da un toque 'realista' a la historia, a sabiendas que el tema son vampiros, no muertos que andan en el sendero de los vivos y juegan con las almas de los pobres mortales. Podemos llegar a odiar a Drácula y después compadecernos de él, sólo con las palabras de Mina, así mismo enamorarte de las discípulas del conde que yacen en sus ataúdes mientras el Profesor intenta matarlas. La fortaleza de Mina es enaltecida durante toda la obra, ubicándola en el papel de la 'madre', que provee y da fuerzas al grupo, los mantiene con alegría y siempre esperanza viva, aún cuando ella sufra.
La historia, los personajes, las locaciones y el tema es maravilloso; no importa si se basó en conjeturas absurdas para un pueblo -que aún lo odia por 'caricaturizar' a su héroe local: Vlad-, encontró a un personaje histórico real y le añadió algunos dones sobrenaturales, no necesitó mucho para convertirlo en villano, ya que es bien sabido que el Príncipe de Velaquia era cruel y sanguinario, todo con tal de proteger a su pueblo de los enemigos. Sus torturas y métodos de instigación han sido comentados y criticados, sin embargo en esa época, creo personalmente que pocas eran las posibilidades del diálogo como arma; entonces Bram lo encuentra, le da un poco de poder para convertirse en niebla y murciélago, le añade una pizca de bondad, habilidades infrahumanas y un pacto diabólico que lo obliga a beber sangre humana para sobrevivir -no dudo que Vlad bebiera sangre humana, pero no como método de supervivencia- y creo al personaje de terror más famoso de todos los tiempos: Drácula.
Gracias a Carlos por conseguirme el libro con el texto íntegro y permitirme ser la poseedora de tesoro tan maravilloso.
Un libro que se saborea lentamente y se digiere aún más lento. Las palabras, las expresiones y el aroma sigue y seguirá en mí por mucho tiempo.